Tal día como hoy del mes pasado estábamos cruzando la línea de meta en Samnaun y ahora, desde la perspectiva que da la distancia temporal, me toca hablar del Proyecto 4 Trails, de lo que ha supuesto para mi persona y para mi como deportista. Y al echar la vista para atrás sólo me vienen grandes recuerdos a la cabeza que a día de hoy, un mes después de concluir con éxito el objetivo final del proyecto, adquieren una dimensión mayor aún.
Cuando empezamos con todo esto allá por Noviembre era un corredor aficionado (aún lo sigo siendo pero con un poquito más de experiencia) con sólo dos medallas considerables que colgarme al cuello, una carrera de 33 kms (Haria Extreme) y otra de 48 (Lanzarunning). Sin embargo, el hecho de haberlas terminado con éxito me animó a apuntarme a una empresa aún mayor, (mejor dicho 40 veces mayor) la cuál se hacía más apetecible todavía por poder compartirla con dos amigos como Jose Miguel y Patrick.
Y como todo es empezar, empezamos por la Tamadaba Trail Tour, en Gran Canaria, un maratón de montaña muy exigente que se completó con éxito. También nos animanos a probar en Tenerife con la Ruta 0-4-0 y, ya en febrero, completamos el Desafio Octava Isla, 30 kilómetros de «desierto» bajo un calor abrasador. Para Abril, probé también con buen final, la modalidad maratón de la Lavatrail Lanzarote 2013.
Era la hora de una prueba seria, muy seria, de hecho la más seria a la que me había enfrentado nunca, la Transvulcania. 83 kilómetros y 14 horas para completarlos que me dieron mucha confianza y que me hicieron confiar en mis posibilidades para la 4 Trails. Era Mayo y ya sólo quedaban 2 meses para la prueba final. En medio algunas pruebas como la Vertical de Montaña Blanca o la Haria Extreme para trabajar en pulsaciones altas. Y, como quien no quiere la cosa, la bestia (como diría mi amigo Adal) ya estaba aquí…
Llegó Julio y era la hora de enfrentarnos a la realidad, de comprobar si el entrenamiento de esos 9 meses era el apropiado y, por el resultado, parece que lo fué. Lo que nos encontramos en los Alpes superó todas nuestras expectativas respecto a la dureza de la prueba. Ya desde el primer día sufrimos de lo lindo por aquellas rampas de esquí y con los primeros males de altura, pero también habíamos entrenado el sufrimiento y lo supimos combatir. Nunca pensamos en otra cosa que no fuera seguir hacia adelante, aunque hubiera que bajar el ritmo, pero con determinación. Y las etapas fueron transcurriendo una detrás de otra, descubriéndonos encantadores paisajes y recordándonos porque nos gusta tanto esto del trail. Envueltos en una sacrificada rutina diaria llegamos hasta la salida de la última etapa…. ya estábamos allí, sólo nos separaban 47 kilómetros para conseguir la medalla. Pero, por lo menos para mí, se hicieron eternos. Desde los primeros compases apareció una sensación de pájara que no me mataba, pero me castigaba en exceso. Quizás fueron las horas más largas de mi vida. Montañas que se me hicieron eternas, pero que gracias al apoyo de Jose, que no se separó de mí en ningún momento, y a un acopio de fuerzas mentales indescriptible pude llegar a la cima del segundo y último ascenso del día tras siete horas seguidas de fatigoso ascenso…Fue un peaje muy caro para conseguir la meta, pero que en el mismo momento que atravesamos dicha línea, ya estaba más que justificado…
Por supuesto, todo esto en solitario no hubiera sido posible. He tenido la compañía de dos grandes personas con una mentalidad ganadora que han hecho que todos esos entrenamientos tan duros se convirtieran en grandes momentos y que han conseguido que cualquier duda que asomara sobre la preparación se esfumara con la misma rapidez que llegaba.
Agradecer también a nuestro entrenador Juan Montero por su inestimable trabajo como entrenador y fisioterapeuta y, por supuesto, a todos nuestros colaboradores que han aportado su granito de arena para que este proyecto tomara forma: Ayuntamiento de Teguise, Soul Fruits, Tángara,SZ Wagen Jeep, Power Gym, Gym Life – Style, Novagestión Consultores, Helly Hansen y Viajes Las Caletas.
Pero si hay alguien culpable de que pudiera completar todas estas locuras con éxito y sin venirme abajo esa es mi novia, Nauta, la cuál me ha escuchado y animado en todo momento, siempre aportándome, como sólo ella sabe hacer, el positivismo y la ilusión necesaria para superar cada percance negativo o de tensión. Gracias por estar siempre ahi incondicionalmente!!!
A modo de conclusión puedo decir que este proyecto me ha servido a nivel personal para darme cuenta de que ninguna meta es imposible y de que sólo te separan de ella las ganas de conseguirla. He conseguido romper muchas barreras mentales y, a día de hoy, me siento capaz de conseguir cualquier cosa que me proponga, siempre y cuando me sacrifique para ello.
Por ello, me gustaría animar a todo aquel que se lo proponga a intentar cumplir sus sueños… A este tipo de deportistas aficionados a deportes de resistencia que como yo, pensaba que hay retos que están fuera de su alcance decirle que no es así, que no hay metas imposibles, sino unos cuantos entrenamientos de menos!!!!
Víctor Martínez